ENTRADA CRISTINA TEMA 6: A AVALIACIÓN NA AULA DE LINGUAS ESTRANXEIRAS.
Buenas tardes a todas y a todos. Para finalizar con las entradas de este blog, esta entrada está dedicada a la evaluación, algo sumamente importante en cualquier etapa educativa que marca (en parte) el futuro de los estudiantes. Primero, hablaré sobre la evaluación; en qué consiste, qué tipos de evaluación hay, cuáles son los mejores métodos de evaluación, qué se debe tener en cuenta a la hora de evaluar, etc. A continuación, explicaré las actividades que hemos realizado en el aula. Por último, daré una serie de conclusiones y mi opinión sobre este tema.
Antes de nada, debemos conocer en qué consiste la evaluación y los tipos de evaluación que existen. La evaluación consiste en determinar de qué manera se han logrado los objetivos previamente establecidos. Existen tres tipos de evaluación:
Evaluación inicial: aquella que se realiza al inicio de un curso académico o etapa educativa concreta y tiene como finalidad recoger los datos personales y académicos del alumnado para conocer el punto de partida.
Evaluación formativa: aquella que se realiza a lo largo del curso y que recoge datos y resultados de manera continuada. Su finalidad es modificar y mejorar las dificultades del alumnado para regular la marcha del proceso educativo.
Evaluación final: aquella que recoge los datos obtenidos de un periodo de tiempo concreto.
Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, la evaluación tiene un papel crucial, más si tenemos en cuenta el sistema educativo de este país. Existen muchas opiniones sobre la evaluación. Personalmente, no pretendo restarle importancia a la evaluación, pero sí considero que no se le debe dar más importancia de la que tiene y que es una parte del proceso de enseñanza-aprendizaje que se debe realizar de manera adecuada. A la hora de evaluar al alumnado, se deben tener en cuenta todos los factores que rodean a este, tanto personales como académicos.
Es importante mencionar que el sistema que tenemos en España (un sistema de evaluación con nota numérica entre el 1 y el 10) no ayuda mucho: este factor provoca que los estudiantes solo se centren en la nota final que estos reciben (al fin y al cabo un simple número) y dejen de lado aquellos errores cometidos o los aspectos que realmente deben mejorar. Existen estudios que demuestran que aquellos estudiantes que reciben correcciones sin una nota numérica al lado mejoran significativamente en la siguiente actividad o examen. Sin embargo, aquellos estudiantes que reciben las correcciones de una actividad o examen con la nota correspondiente al lado, solo se centran en esa nota y en cómo subir la cifra en la siguiente ocasión.
Por otra parte, me gustaría destacar el hecho de que, dado que nos pasamos toda nuestra etapa escolar recibiendo notas numéricas, los estudiantes tendemos a encasillarnos en una nota: “yo soy una alumna de 6”, “yo soy una alumna de sobresalientes”… ¿Cuántas veces hemos escuchado eso? Creo que es algo muy poco beneficioso para el desarrollo personal y académico del estudiante. Si te encasillas en “soy una alumna de 8” no concibes llegar a sacar un 9 y lo mismo ocurre al revés: si te consideras a ti misma una alumna de sobresaliente no concibes suspender un examen (y es algo que puede pasar…).
Durante las sesiones, hemos realizado una actividad sobre la mediación y el plurilingüismo. Mi grupo de trabajo decidió llevar a cabo una actividad para realizar el primer día de clase. En nuestro caso, el apartado de evaluación era un poco complicado, ya que, al tratarse de una actividad de iniciación, no se pueden llevar a cabo los tres tipos de evaluación. Finalmente, mi grupo de trabajo y yo optamos por realizar una ficha de observación para proporcionar al alumnado detalles sobre cómo lo han hecho en el primer día y también lo que se espera de ellos. Asimismo, también hemos realizado una rúbrica para llevar a cabo la evaluación. En este caso, al tratarse de una actividad oral, hemos tenido en cuenta la participación, la corrección y el discurso.
Como conclusión, considero que la evaluación es importante, pero debería realizarse de un modo en el que no se encasille al alumnado en una nota numérica. Es necesario que se hable con los estudiantes del proceso de evaluación que el docente llevará a cabo durante el curso, las condiciones y demás. Me gustaría conocer vuestra experiencia con el ámbito de la evaluación: ¿alguna vez os habéis sentido encasillados en una nota?, ¿En algún momento de vuestra etapa escolar habéis tenido problemas con algún docente por la evaluación que este llevó a cabo?, ¿Consideráis que existe una fiebre asociada a las notas en este país y no al verdadero aprendizaje? ¡Soy toda oídos!
Os dejo por aquí algunos enlaces de interés, ¡qué tengáis un buen día!
La importancia de la evaluación.
Tipos de evaluación.
Ola Rocío!
ResponderEliminarNoraboa pola túa entrada, moi interesante. Comparto a túa opinión de que as notas numéricas encasillan aos alumnos. Tamén creo que, por desgracia, non só se encasillan a si mesmos nesa puntuación, senón que os demais os consideran igual e algúns profesores tamén.
Para exemplificar esta opinión, vou contar unha experiencia que vivín. Nunha clase reducida (debiamos ser 10), había unha alumna calificada "de sobresalientes", mentres que o resto da aula tiñamos, polo xeral, notas inferiores ás súas. Resulta que a final de curso, o docente desta materia decideu outorgarlle a esta rapaza un sobresaliente cunha media de 8'3. Sen embargo, unha amiga miña recibeu un notable cunha calificación media de 8'1. Ao saber a nota da outra compañeira, envioulle un correo ao docente preguntando por que cometía tal inxustiza. A súa resposta foi dicirlle que non se comparase con ela facéndolle á miña amiga un gran desprecio.
Quero concluír dicindo que a avaliación dun estudante debería ser, baixo o meu punto de vista, con "ticks" en función das competencias que adquire. Deste xeito, non haberá encasillamentos con notas numéricas, simplemente se terá en conta se se alcanzou a meta ou non.
Samuel.
Hola Rocío,
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante tu reflexión sobre el uso de notas numéricas.
Estamos tan acostumbrados a recibir una nota del 1 al 10, que sin ella nos sentimos perdidos en la evaluación; es nuestro punto de referencia para saber cómo lo hemos hecho. Creo que en esto también influye el hecho de que le damos más importancia al resultado final que al proceso, que es donde realmente vamos a aprender y mejorar.
No quiero decir con esto que tengan que desaparecer las notas numéricas, pero sí creo que se deben introducir más métodos de evaluación en los que el alumnado reciba algún tipo de feedback. Si sabemos qué es lo que hemos hecho mal y cómo podemos mejorar, nos será mucho más fácil corregir el error.
En conclusión, y como también dice Samuel, deberíamos enseñar a los alumnos a alcanzar metas concretas y no un número, ya que este, al final, no es más que eso.
Un saludo,
Alba Troncoso.
Hola Rocío,
ResponderEliminarDe entrada, y sin "anestesia", has dado en el centro de la diana. ¡Felicidades! No existe nada peor que engañarse a uno mismo. Pero ¡qué hermosa ilusión!
Defiende el derecho a ser diferente. Darse por derrotados, sin ni siquiera luchar contra el sistema, es de perdedores. Muchas acciones u omisiones, a menudo condicionadas por otras circunstancias quizás ajenas a nuestra voluntad o a nuestros deseos, repercuten en el mundo académico, y eso hay que meditarlo. Aquí y ahora.
Pongámonos en realidad. Evaluación inicial, formativa y final. La evaluación formativa, suena muy bien. Pero, siempre el "maldito" pero. ¿Qué hacemos con la prueba de selectividad? To be, or not to be, that is the question. La prueba de selectividad, el "prestigio" de los centros escolares en base al número de aprobados, el programa de la asignatura, la presión de los padres … ¿Qué pasa con la evaluación formativa? La respuesta está en el viento.
Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, no luchar por tus derechos, abandonarlo todo por miedo y no convertir en realidad tus sueños.
Un saludo,
Miguel Alonso